Llevo mucho tiempo sin hacer ilustración, he escrito reseñas de cine y sacando cosillas de ese tipo, pero moda como tal no mucho. A ver les cuento: hasta hace poco dias estuve trabajando en una reconocida y prestigiosa importadora de moda de lujo en Colombia que desinflo todo lo que yo creía que podía ser ese mundo. Que tonta salí, como si viviéramos en Neva York o en Paris.
En Colombia la moda es un espejismo, se vende moda como si fueran empanadas y como si esto fuera poco, la compran las prepagos, los futbolistas y los traquetos, a estos súmele los políticos y empresarios que mueven el país, muchos de ellos despreciables.
Ahora que he cambiado de trabajo que netiendo un poco más sobre esto y valoro aun más el trabajo de los nuevos relaizadores y de las grandes casas de moda como lo que son, no lo que aqui hacen con ellas, he decidido reconciliarme con mi trabajo.
Este gift es mi vuelta a la arena, de la que nucna debí salir, de la que no saldré. Espero les guste tanto como a mi me gusto hacerlo. Un beso, Samara.
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